febrero Cuevas honra a
Ntra. Señora de las Angustias con actos religiosos y profanos.
El Vítor de San Esteban. Quizá el "Vítor" más
famoso del Valle del Tiétar sea el que congrega a los habitantes de en
S. Esteban del Valle en torno a un hijo de la localidad que, llevado por
su vocación misionera, llegó hasta el Extremo Oriente en el siglo XVII.
Allí el destino convirtió a Pedro Bautista en el primer mártir que, por
la fe de Cristo, derramaba su sangre en el Japón. De la sintonía del
pueblo por el paisano que subió a los altares surgen esas dos fiestas -5
y 11 de febrero y 7 de julio - con que se honra su martirio y la
conducción de la "santa Cabeza" al lugar que le vio nacer. El Vítor
consiste en una procesión nocturna a la que dan una nota peculiar tanto
la caballada que acompaña a los asistentes y a la estatua del santo como
la iluminación de las teas cuyas llamas, con el flamear del viento,
recortan sombras y misterios en las bellas balconadas del pueblo. Al
final, tras haber cantado al "Protomártir de Cristo en Japón", en plazas
y rincones y haber exclamado con fuerza las loas que proclama el
mayordomo, se subasta el honor de clavar el "Vítor" en la puerta de la
ermita en una ceremonia en la que, |